Ahora que fuimos sinceros y liberamos los dolores del corazón, pude sentir ese nudo en la garganta y un fuerte golpe en el corazón.
Ahora que pude escuchar tu voz, yo disimuladamente en la noche me iré sin despedirme, así el dolor no será tan insoportable. A gritos le pedía a mi corazón que se detenga, que ya no ame ni que entregué lo poco que tenía. Cuando me vaya no miraré atrás porque me arrepentiré.
Dulcemente te dejaremos libre, me refiero a mi y a mi corazón, no pedíamos muchos de ti pero cada vez dolía mas la decepción. Queríamos acostumbrarnos a este dolor pero para eso necesitaría ser de fierro.. cosa que no soy.
Cuando te des cuenta que ya no estoy en el lugar donde me dejaste, sera tarde y no habrá oportunidad de arrepentimiento, porque volveré a mi realidad y aquel suelo donde reíamos sin parar, y esa ultima noche que nos vimos se habrá convertido en nuestra despedida.
Ya que dolerá menos sin un adiós.
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